Tantra

El Tantra es un conjunto de ritos hinduistas en los que se explica la filosofía del ritual tántrico que incluye la práctica del sexo consciente como camino para potenciar la sensibilidad humana y focalizar toda la energía en una satisfacción mutua. Esto quiere decir que es aconsejable y necesario disfrutar el sexo paso a paso, sin pensar en lo que vendrá: el orgasmo.
Los entendidos en esta filosofía enseñan que si sólo nos focalizamos en la obtención del orgasmo y la eyaculación, no nos permitimos disfrutar el presente y lo que nos hace sentir. Por eso, los tantristas más puros descartan incluso la posibilidad de la eyaculación, pues consideran que es un derroche de energía, por lo que sólo una vez al mes la realizan como única ocasión suficiente para hacerlo.
Llevar a cabo el sexo tántrico significa hacerse el tiempo para meditar y sobre todo para aprender a respirar y sentir cada una de las sensaciones fisiológicas que nos provoca la relación.
Aprender esto no es fácil, requiere de tiempo, del interés y de la participación de ambos en la pareja.
La práctica del Sexo Tántrico es resumida por los "maestros" en los siguientes pasos básicos:
1. Lo menos de sexo posible. Éste es un principio elemental del tantrismo puro. Lo mejor es practicar sexo cuando mucho solo una vez por semana, para así acumular energía sexual y en el caso del hombre, eyacular apenas una vez por mes. Si consideran que esto es una exageración, al menos prueben dejando pasar algunos días para así aumentar el deseo. Ésta es la técnica ideal sobre todo para aquellas parejas que han perdido un poco el interés sexual o que han caído en la rutina.
2. El sexo se practica en el lugar adecuado. Es necesario convertir el dormitorio en un templo para el amor. Es decir, por ejemplo, iluminar sólo con velas blancas, poner muchas flores frescas y tener a mano aceites y cremas ideales para los masajes previos. Ambientar también con música especial y prepara frutas y jugos refrescantes para los posibles "intermedios" que se puedan lograr. Además, desconectarse del mundo y no permitir que nada moleste.
3. Hay que aprender a respirar. Olvidarse de las palabras y los gritos. Aquí hay que concentrarse en la respiración, ésta es la que lleva el ritmo de la relación sexual. Previo al acto mismo, hay que sentarse frente a frente y comenzar a respirar en forma pausada y sincronizada. La idea es que ambos respiren de sus aires mutuamente, es decir, cuando uno inhale, el otro debe exhalar. Esto se debe hacer con los ojos cerrados, sintiendo la respiración por todo el cuerpo y dejando de lado todos los pensamientos. Sin darse cuenta, se entrará en un estado de meditación profundo.
4. Las caricias son fundamentales. Luego de la respiración y la meditación, corresponde aplicarse aceites y masajearse mutuamente por todo el cuerpo, excluyendo los genitales y los pechos. Conviene practicar esto durante quince minutos y luego descansar. Después, se aconseja acostarse mirándose a los ojos, y sin tocarse besarse manteniendo el ritmo de la respiración.
5. Luego, los besos deben empezar a recorrer todo el cuerpo, manteniendo el contacto visual. Todo significa todo, sin prisa y sin pausa. Esta vez está permitido todo el cuerpo, incluyendo genitales y debe ser realizado con mucha ternura y suavidad.
6. A continuación, viene la penetración tántrica. Luego de haber realizado los pasos anteriores, se realiza penetración, la que al principio es solo estática. El pene se queda inmóvil dentro de la vagina, mientras ambos continúan con las caricias. Se debe permitir que los propios órganos actúen por sí solos y lleven su propio ritmo, poco a poco. Esto debe durar aproximadamente media hora.
7. Por último, vendrá el orgasmo. Intentar posponer el orgasmo lo máximo posible, acudiendo a los ejercicios de respiración y a las caricias sutiles. Luego de aproximadamente dos horas de amor tántrico, los cuerpos serán uno solo y habrán llegado al punto más alto de excitación. Sólo en ese momento podrán dejarse llevar por las sensaciones y disfrutar del orgasmo que esta vez les recorrerá desde los dedos hasta la cabeza en un placer inexplicable.
Cuando todo esto se hace además con amor, es la gloria. Suerte.