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Entrevistas

lunes, enero 28, 2008

Las hace todas






Las Hace Todas

Texto: Carlos Cisternas
Fotografías: Carlos Burboa



Enfocado en sus proyectos literarios, televisivos y a la docencia en escuelas de periodismo, muy lejano de “farandulandia” y con bajo perfil se encuentra este ‘hombre de las comunicaciones’, como el mismo se autodefine.

Multifacético es la palabra que mejor podría definir al expresivo actor, periodista y últimamente escritor Alejandro Montes, quien prefiere ser catalogado como ‘un hombre de las comunicaciones’, puesto que dentro de su currículum, la diversidad de actividades suma y sigue. De excelente dicción y características innatas en su hablar, Alejandro evidencia su experiencia en el rubro expresándose con la pasión de un actor sobre las tablas y la elocuencia de un buen periodista al argumentar este gran momento en su vida.

Alejandro, de sólo 31 años de edad, ya cuenta con una vasta trayectoria en los medios de comunicación, desde la actuación, donde se hizo conocido a través de sus personajes en teleseries como Aquelarre y Santoladrón de TVN, a la animación, con el delirante programa de concursos Call TV en la Red; y desde ahí al teatro y a la docencia como profesor de televisión en la carrera de periodismo de la UNIACC.

Hoy, aparte de todo eso, Montes está dedicado a las letras. Su reciente libro, “Autoflagelación”, lo ha introducido en un mundo desconocido para él, aventurándolo en un camino de mucho aprendizaje. “Autoflagelación” cuenta la desenfrenada historia de Benjamín Ruiz-Tagle en Viña del Mar, un joven que vive intensamente su sexualidad, del que se desprende el tema de la bisexualidad, el daño psicológico y la inestabilidad emocional. En la novela, Montes pretende reflejar, a través de un lenguaje simple, la actual situación que viven muchos jóvenes chilenos que se autodestruyen, en un libro lleno de erotismo y sexo explícito.

¿Qué te incentivó escribir “Autoflagelación”?
Desde chico escribía. En el caso puntual de “Autoflagelación”, fue porque quería hacer algo especial, distinto y dije bueno, escribamos algo a ver que sale. Esto fue en Chiloé. Empecé a escribir y una amiga de allá iba leyendo capítulo por capítulo y se empezó a involucrar mucho con la novela, al punto que empezó a escribir ella una historia donde contaba de una mujer y lo que quería y soñaba que le hiciera Benjamín. Era muy interesante ver como mi historia le provocaba cosas de verdad a una chica. La verdad es que eran insinuaciones a mi persona y yo no entendía por qué. En fin, así terminé con el libro. Siempre hay una motivación para escribir, siempre aparece una excusa.


¿“Autoflagelación” tiene algo de tu propia vida?
La respuesta es muy difícil. No sé, me imagino que todo, nada, mucho, poco... Cuando uno escribe se basa en experiencias reales, de ficción, de cercanos, amigos, inventadas en la cabeza; sueños, excitaciones, en fin. Uno se excita con el protagonista, se angustia, se alegra, ríe y llora, tal como lo hace el lector. Yo vivo lo que escribo a través de cada línea. De ahí a haber vivido cada una de las situaciones en los lugares y las formas como se narra, es otra historia. Es más sabroso que cada lector se responda solo, porque es parte de la fantasía de la lectura. El que quiera pensar que es autobiográfico, que lo haga. Eso ya es parte de sus fantasías.

¿Cómo ha sido la crítica para tu libro?
He tenido dos presentadores muy importantes del ámbito cultural. Uno fue Santiago Magil, actor peruano de la película “No Se Lo Digas a Nadie”, quien habló muy bien de la novela. Por otro lado, Juan Claudio Lechín, que es uno de los escritores contemporáneos más importantes de Bolivia, alabó la narrativa utilizada. Es más, señaló que a él no le gustaba la literatura juvenil, ya que la encuentra llena de clichés y poco clara. Frente a ello, en su exposición señaló que conmigo se había reconciliado con el estilo, que la había disfrutado mucho y que creía que es una novela que la deberían leer todos los jóvenes para aprender a ser simplemente ellos. En el caso de Chile, aparte de mujeres que lo leyeron para hablar bien de él, como Raquel Argandoña y Patricia Maldonado, hubo dos personas más que no viene al caso dar sus nombres, y que dentro de sus críticas nunca hicieron referencia al libro. Uno habló de la simpleza del lenguaje como algo negativo, lo que para mí no es tal, ya que me gusta la sencillez en la narración. El otro hizo referencia a mí como persona y no a la novela. Fue una cosa rara, ya que habló de malos programas de TV que, según él, yo había conducido, a que había “tratado” de ser actor, y que ahora “trataba” de ser escritor. No digo que mi novela sea una gran obra, pero la crítica debe ser al libro...

Estás escribiendo una próxima novela ¿Cuál será la temática que abordarás y cuando crees que la lanzarás?


Si, estoy escribiendo una nueva novela, pero antes sale un libro donde participamos varios dramaturgos jóvenes que realizamos en conjunto un perfeccionamiento de la escritura dramática, junto a David Benavente. El lanzamiento de éste libro, donde hay una obra de teatro mía titulada “Cesantes, Promiscuos y Coqueros”, habla un poco del mundo de la TV chilena actual y como un grupo de actores de este medio se ven enfrentados a un despido. Con respecto a la novela, estoy en su proceso de escritura y todavía no tiene fecha de publicación. En ella sigo la misma línea de “Autoflagelación”, pero un poco más fuerte y atrevida.

De actor a periodista y escritor hay un gran camino...
Cuando comencé a grabar la teleserie Aquelarre en TVN, entré a estudiar periodismo. Quería tener herramientas para escribir y contar historias, ya que siempre me ha gustado comunicar y el periodismo fue una excelente manera para acercarme a ello. El periodista cuenta, investiga la historia. Es un comunicador nato.

Actor, animador, periodista, escritor, docente ¿Con cuál te quedas?
Uff!, eso está difícil. Creo que van todas de la mano y las engloba una sola palabra: comunicador. Yo busco comunicar a través de mis personajes, de mis escritos o al enseñar. El actor está siempre en mi corazón y nunca se irá de ahí, ya que siempre estoy actuando, siempre estoy creando a partir de la observación de la realidad. Yo comunico, quiero decir cosas, quiero hacer cosas, transmitir emociones y provocar sensaciones en la gente y eso lo consigo en cada una de mis facetas de comunicador, y si a todo eso le sumo que puedo llevar un poco de mí a las futuras generaciones a través de la docencia ¡fantástico!

1 Comments:

At 7:56 a. m., Blogger Leslie said...

Hola Ale, te felicito por tu evoluciòn.
Espero me recuerdes soy Leslie (eras el animador de mi productora)te envio mi mail leslie_morem@hotmail.com

Saludos, espero noticias. chaoo

 

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